MEG and MOG: IT'S HALLOWEN!!! y CANCIÓN "TRICK OR TREAT!
Escrito por SAN AGUSTÍN CEIP, domingo 4 de noviembre de 2012 , 16:51 hs , en FUE VIDEO EN PORTADA

MEG and MOG: IT'S HALLOWEN!!!

http://www.youtube.com/v/hPsZLGnLnxY

 

HALLOWEEN SONG: IT'S HALLOWEEN!!!

 



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  • Mobiliario de Hosteleria el martes 19 de mayo de 2020, 20:18 hs

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  • Migdi L. el martes 22 de julio de 2025, 20:26 hs

    El DB-SI del CTE no es literatura técnica: es supervivencia

     

    El DB-SI del CTE no es literatura técnica: es supervivencia.

     

    Señores, señoras, arquitectos, aparejadores, técnicos, bomberos y hasta bedeles de edificios públicos: dejen a un lado el café frío y escuchen, que lo que hoy se expone no es opinión ni retórica hueca, es la ley, es la norma, es lo que nos salva de que un lunes cualquiera se convierta en tragedia por una chispa mal colocada o una instalación negligente. Hablemos del Código Técnico de la Edificación, ese compendio tan necesario como olvidado en sobremesas y cafés, y de su apéndice más candente: el Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio, el famosísimo DB-SI.

    Construir sin fuego: la obligación de cumplir lo que no se discute

    El fuego no es poesía, ni espectáculo, ni arte visual. Es destrucción. Y el DB-SI está ahí para que no nos convirtamos en víctimas de nuestra propia soberbia constructiva. No hablamos de florituras ni de estándares internacionales de diseño noruego. Hablamos de que un edificio tenga capacidad de evacuación, resistencia estructural ante altas temperaturas y dotación contra incendios. Es decir, que se construya para no arder.

    El cte si —sí, esa sigla que suena a fórmula matemática— debería estar tatuada en la frente de todo jefe de obra y firmada en sangre por cada promotor inmobiliario. Porque cuando el fuego aparece, no hay tiempo para improvisar. Hay que haber previsto. Y prever es cumplir el DB-SI como quien cumple la Constitución.

    Extintores: el soldado raso de la guerra contra el fuego

    Los extintores, esos silenciosos guardianes colgados en esquinas polvorientas, merecen más respeto del que se les tiene. El DB-SI no los menciona por cortesía: los exige. Porque sin ellos, el primer minuto de incendio se convierte en el último de esperanza. Su colocación, tipo, mantenimiento y revisión forman parte de una coreografía que, de estar mal ejecutada, puede costar vidas.

    No se trata de colgar un cilindro rojo porque queda bien en la pared blanca. Se trata de que funcione cuando el infierno llama. Y todo eso viene recogido, con precisión quirúrgica, en las páginas de ese documento que, a menudo, solo se hojea cuando el inspector municipal está por llegar.

    Propagación controlada: que el fuego se frene antes de correr

    Una de las claves del db si es el control de la propagación interior y exterior del fuego. Nada de dejar huecos en muros o techos por donde la llama campe a sus anchas. Nada de materiales combustibles escondidos tras revestimientos estéticos. Lo que se exige es que cada metro de construcción esté pensado como una muralla contra el avance del incendio.

    Compartimentación, franjas cortafuego, elementos estructurales con resistencia térmica certificada… no es ingeniería espacial, es lógica de supervivencia. Y quien construye sin atender a eso, construye ruinas.

    Evacuación: cada segundo cuenta, cada centímetro importa

    No hay nada más trágico que un pasillo estrecho o una puerta bloqueada cuando hay humo en el aire. El DB-SI pone negro sobre blanco lo que debería ser sentido común: los edificios deben permitir la evacuación ordenada y segura de sus ocupantes. Y eso pasa por calcular recorridos máximos, establecer dimensiones mínimas y asegurar que las salidas estén visibles, accesibles y, sobre todo, abiertas.

    Aquí entra el juego otro concepto olvidado por muchos: el certificado de ignifugación. No basta con poner puertas, hay que asegurarse de que esas puertas no se conviertan en trampas incandescentes a los dos minutos de iniciarse el incendio. Que resistan, que frenen, que protejan.

    Instalaciones contra incendios: cuando el edificio también lucha

    Un edificio bien diseñado no solo deja salir a sus ocupantes: también pelea contra el fuego. Lo hace con detectores, con pulsadores manuales, con alarmas que avisan, con rociadores que actúan. Y, por supuesto, con extintores bien posicionados y revisados.

    Todo esto no es accesorio. Es obligatorio. Es DB-SI. Es cumplimiento estricto. Y quien crea que puede esquivarlo, está jugando con vidas ajenas. No hay otro modo de decirlo.

    Los bomberos llegan, pero el edificio tiene que resistir

    El DB-SI contempla también las necesidades de intervención de los servicios de emergencia. Porque una cosa es que los bomberos lleguen con su equipo y otra muy distinta que puedan actuar. Accesos despejados, bocas de incendio, zonas de maniobra, todo forma parte de ese entramado técnico que se regula en el documento y que debe cumplirse como si de una orden judicial se tratase.

    El edificio debe resistir. Y debe permitir que quienes arriesgan su vida por apagar el fuego puedan hacerlo sin enfrentarse a obstáculos absurdos o negligencias criminales.

    Estructura resistente: que no se derrumbe lo que debe sostener

    Cuando el fuego lleva diez minutos avanzando, lo único que puede evitar la tragedia total es que la estructura se mantenga firme. El acero, el hormigón, los anclajes... todo debe estar pensado para no colapsar antes de que la evacuación se haya completado.

    Por eso, el DB-SI establece exigencias claras sobre resistencia estructural al fuego. Porque no sirve de nada evacuar si el edificio se viene abajo antes de que el último haya salido. La responsabilidad estructural es, probablemente, la más invisible de todas... pero la más definitiva.

    Planificación humana: la clave de todo lo anterior

    El papel lo aguanta todo, pero la seguridad depende del factor humano. El mejor diseño es inútil si el mantenimiento no existe. El mejor sistema de detección no sirve si nadie lo revisa. El DB-SI no solo exige instalaciones, también exige procedimientos, planes, simulacros, revisiones periódicas, formación del personal.

    Y ahí es donde muchos fallan. No por falta de medios, sino por exceso de confianza. Y el fuego, lo repito, no perdona confiados.



  • Karina L. el miércoles 23 de julio de 2025, 22:38 hs

    La verdad sin rodeos sobre extintores, fuegos y multas: más vale prevenir que extinguir

    La verdad sin rodeos sobre extintores, fuegos y multas: más vale prevenir que extinguir.

     

    Queridos amigos, hablemos claro, sin cuentos, sin adornos verbales de esos que tanto abundan y que poco dicen. Aquí no venimos a jugar con las palabras ni a disfrazar la realidad con ropajes rimbombantes. No, no señor. Hoy abordamos un tema que no es de conversación de café, pero que puede marcar la diferencia entre el susto y la tragedia: los extintores y su correcta elección.

    Porque, vamos a ver, ¿cuántos de ustedes saben de verdad cuál es el extintor que tienen en su oficina? ¿Y en casa? ¿Y si les digo que la mayoría ni lo ha mirado en meses, o peor, que ni saben si está en condiciones de funcionar? Esto no es una exageración, es una fotografía exacta del desinterés generalizado por la prevención, y eso, créanme, se paga caro.

    Extintores: ni todos valen, ni todos sirven para lo mismo

    Nos han vendido la idea de que cualquier extintor 3 kg sirve para apagar cualquier fuego, y eso es una barbaridad monumental. Hay fuegos que se alimentan de madera, de gasolina, de grasa, de cables... y cada uno exige su propio método de extinción. Como decía mi abuela: "no le eches agua al aceite que verás qué espectáculo". Y razón no le faltaba.

    Extintores abc que no están al día: sanción segura

    Y ahora viene el primer bofetón de realidad: ¿sabían ustedes que el mantenimiento de los extintores abc es obligatorio? Y que, si no lo hacen, puede caerles una multa por extintores caducados que no es precisamente simbólica. Las autoridades no se andan con tonterías cuando se trata de seguridad contra incendios.

    En cualquier empresa, comunidad de vecinos o negocio abierto al público, la revisión periódica es obligatoria. Los extintores caducados o descargados no solo son un peligro, sino una infracción grave. Y créanme, la multa duele más que la revisión anual.

    El universo del “mundo extintor”: marketing y confusión

    Y sí, me van a perdonar la expresión, pero ese mal llamado mundo extintor está lleno de medias verdades, tecnicismos innecesarios y vendedores que buscan colocar lo que les interesa, no lo que usted necesita. Hay que tener ojo, hay que saber filtrar, hay que exigir información clara y adaptada a la realidad de cada espacio.

    No es lo mismo un garaje que una cocina, una oficina que un taller. Cada entorno tiene su riesgo, y cada riesgo su herramienta adecuada. De lo contrario, el extintor se convierte en un adorno rojo más en la pared, tan inútil como costoso.

    Tipos de fuego y extintores: combinación que puede salvar tu vida

    Vamos al grano. Los incendios no se clasifican por capricho, sino por la naturaleza del combustible que los alimenta. Y según esa clasificación, existen variostipos de fuego y extintores:

    • Clase A: materiales sólidos como papel, madera o tela.

    • Clase B: líquidos inflamables como gasolina o disolventes.

    • Clase C: gases inflamables como butano o propano.

    • Clase D: metales combustibles como sodio o magnesio.

    • Clase F: aceites y grasas en cocinas.

    Y ahora, atención, porque los extintores más comunes son los de polvo ABC, útiles para las clases A, B y C. Son los más versátiles, cierto, pero no los únicos. Hay extintores de CO₂ ideales para equipos eléctricos, de espuma para líquidos, de agua aditivada para cocinas y hasta extintores de aerosol, que cada vez ganan más protagonismo en vehículos y hogares.

    El extintor mal elegido: cuando el remedio es peor que el incendio

    Un error muy común —y muy peligroso— es pensar que se puede usar agua para todo. Pues no, señores. Echar agua en una cocina en llamas, con aceite ardiendo, es una receta para el desastre. Lo mismo si se lanza agua sobre un fuego eléctrico. ¿El resultado? Electrocución garantizada o una explosión que puede llevarse medio local.

    Por eso, insistimos: no basta con tener un extintor, hay que tener el adecuado. No se deje llevar por el tamaño, ni por el precio, ni por las promesas del vendedor. Infórmese, asesórese, y si puede, pregunte a un técnico homologado.

    ¿Y qué pasa si ya lo tengo? Mantenimiento, amigo. Mantenimiento.

    Tener un extintor no es colgarlo en la pared y olvidarse. Hay que revisarlo al menos una vez al año, comprobar la presión, la boquilla, la caducidad, el peso... todo. Porque cuando llegue el momento, créame, no va a haber tiempo para pensar si funciona o no.

    Una inspección técnica cuesta poco y puede ahorrarle disgustos muy grandes. Y como ya dijimos antes, la multa por extintores caducados no es ninguna broma. Pero más allá de lo económico, piense en su familia, sus empleados, sus bienes. No hay excusa.

    Sin excusas ni adornos, su seguridad depende de usted

    Esto no es cuestión de suerte, ni de modas, ni de llenar textos con expresiones como "en el contexto de la protección contra incendios". Es cuestión de responsabilidad, conocimiento y acción. No espere al susto, no confíe en la improvisación, y sobre todo, no crea que porque nunca ha pasado, nunca pasará.

    Porque cuando el fuego aparece, lo hace sin previo aviso y sin contemplaciones. Y en ese instante, solo hay dos opciones: o está usted preparado, o está perdido.

    Así que ya sabe, revise su extintor hoy mismo. Elija el correcto. Manténgalo al día. Y si puede, forme a su entorno en su uso correcto. Porque un extintor no es un objeto decorativo, es una herramienta de vida.



  • Marina Gallego el jueves 4 de diciembre de 2025, 12:19 hs

    Requisitos sanitarios para un obrador de pastelería: guía completa

    Iniciar un obrador de pastelería no se reduce a la pasión por la repostería o la creatividad en la elaboración de productos dulces. Detrás de cada croissant perfecto o pastel decorado existe un marco normativo y sanitario que debe cumplirse rigurosamente. La elección del mobiliario de hostelería de acero inoxidable no es un lujo ni un detalle estético: es un requisito fundamental para garantizar la higiene, la seguridad alimentaria y la durabilidad de la inversión.

    Selección del local: criterios legales y sanitarios

    El primer paso crítico consiste en seleccionar un local que cumpla con todos los requisitos sanitarios y normativos. Más allá de la ubicación estratégica y la iluminación natural, es imprescindible obtener del ayuntamiento el certificado de compatibilidad urbanística. Este documento asegura que el local es apto para la actividad de pastelería y que se puede tramitar la licencia de apertura sin inconvenientes.

    Asimismo, debemos considerar la disposición del espacio: la separación de áreas de producción cruda y cocida es esencial para evitar la contaminación cruzada. Los flujos de trabajo deben ser claros y permitir un movimiento eficiente del personal sin comprometer la higiene. La ventilación y climatización del local juegan un papel crucial en la eliminación de humos, olores y partículas que puedan afectar la calidad de los productos.

    Costes iniciales y planificación económica

    La inversión inicial de un obrador de pastelería depende de varios factores: ubicación, superficie del local y necesidad de reformas. Entre los gastos más comunes encontramos:

    • Licencia de obras: incluye proyecto técnico, visado y tasas municipales.
    • Licencia de actividad: contempla proyecto técnico, proyecto eléctrico, tasas de industria y legalización de climatización (ITE 3).
    • Tasas de inicio de actividad: calculadas según la superficie del local.

    En términos generales, los costes de tramitación pueden oscilar entre 3.500 y 5.000 €, sin contar las reformas necesarias para adecuar el espacio a la normativa sanitaria vigente.

    La relevancia del mobiliario de hostelería de acero inoxidable

    El mobiliario de acero inoxidable es un elemento central en cualquier obrador de pastelería. No solo cumple con los estándares de higiene, sino que facilita la limpieza diaria y asegura la durabilidad frente al uso intensivo. Las estanterías de acero inoxidable permiten organizar los ingredientes y utensilios evitando la contaminación cruzada, mientras que mesas y carros facilitan la manipulación segura de los alimentos.

    En un obrador moderno, el acero inoxidable no es solo funcionalidad: es prevención de riesgos. La resistencia a la corrosión y la facilidad para desinfectar cada superficie garantizan que los productos se elaboren en un entorno seguro y cumpliendo la normativa sanitaria vigente.

    Requisitos sanitarios específicos para un obrador de pastelería

    Los requisitos sanitarios en un obrador se centran en asegurar la inocuidad de los alimentos y la protección del personal. Entre los principales destacan:

    • Superficies de trabajo higiénicas: Mesas, encimeras y estanterías deben ser de materiales no porosos y fáciles de limpiar. Las mesas de acero inoxidable permiten un trabajo seguro y cumplen con los estándares de higiene más exigentes.
    • Separación de áreas: Separa la elaboración de productos crudos y cocidos, minimizando riesgos sanitarios.
    • Almacenamiento adecuado: Conserva los alimentos a temperaturas reguladas y en recipientes que eviten la proliferación bacteriana.
    • Ventilación y climatización: Garantiza un ambiente seguro, libre de humos y partículas que afecten la calidad de los productos.

    Documentación y certificaciones imprescindibles

    Para legalizar un obrador, es fundamental contar con certificaciones que avalen la conformidad de las instalaciones:

    • Certificado de instalaciones eléctricas: Emitido por instalador autorizado, asegura que la instalación cumple la normativa vigente.
    • Certificado final de obra: Garantiza que las reformas realizadas cumplen con la normativa urbanística.
    • Instalaciones de climatización: Con I.T.E. 3, asegurando la adecuación al RITE.
    • Instalaciones contraincendios: Incluye certificado de extintores y contrato de mantenimiento vigente.
    • Certificado final de instalaciones: Emitido por el técnico responsable del proyecto, confirma que todas las instalaciones cumplen la normativa.

    Además, es recomendable consultar los requisitos sanitarios para un obrador de pastelería actualizados, ya que la normativa alimentaria puede variar según la comunidad autónoma y las características específicas del local.

    Normativa alimentaria y buenas prácticas de higiene

    Más allá de los aspectos técnicos y legales, un obrador debe cumplir estrictamente la normativa alimentaria y aplicar buenas prácticas de higiene, como:

    • Limpieza y desinfección diaria: Todas las superficies, utensilios y equipos deben ser desinfectados al final de cada jornada.
    • Control de plagas: Implementación de programas de prevención y monitoreo continuo.
    • Registro y control de temperaturas: Especialmente en cámaras de refrigeración y almacenamiento de productos perecederos.
    • Formación del personal: Capacitación continua en manipulación de alimentos y protocolos de higiene.

    Seguridad laboral y prevención de riesgos

    Un obrador seguro no solo protege los alimentos, sino también al equipo humano. Es indispensable:

    • Proporcionar equipos de protección individual adecuados, como guantes, delantales y calzado antideslizante.
    • Señalizar correctamente los riesgos y las salidas de emergencia.
    • Implementar protocolos de evacuación y planes de autoprotección frente a incendios o accidentes.
    • Capacitar al personal en el uso de sistemas de extinción y primeros auxilios.

    Inversión estratégica en mobiliario de acero inoxidable

    El mobiliario de acero inoxidable representa una inversión estratégica que va más allá de la estética. Facilita la limpieza diaria, cumple con la normativa sanitaria y garantiza la durabilidad frente al uso intensivo. Mesas de trabajo, estanterías y carros de acero inoxidable no solo cumplen un propósito funcional: son elementos críticos para la prevención de riesgos y la eficiencia operativa del obrador.

    Además, invertir en un mobiliario de calidad permite que el negocio se mantenga competitivo, asegurando que los productos finales se elaboren en un entorno seguro, higiénico y conforme a la normativa vigente.

    Respetar los requisitos sanitarios para un obrador de pastelería no es solo un imperativo legal, sino una garantía de calidad y seguridad para los clientes. La correcta elección del mobiliario de hostelería de acero inoxidable, la planificación económica, la formación del personal y el cumplimiento de la normativa vigente se combinan para crear un obrador eficiente, seguro y profesional. Cumplir cada requisito asegura la viabilidad del negocio y protege tanto la salud de los clientes como la reputación de la empresa.

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